Ayer disfrutamos del arte, la sutileza, la agilidad instrumental, la sensibilidad estética. Todo gracias a la maestría sonora de Eduardo Raimundo malabarista con las notas de aire y Mario Pérez trapecista de las cuatro cuerdas; a duo, Ensemble Musicalis, una conjunción de virtuosismo y precisión musical admirable.
Su soltura es propia de quienes ocupan puestos destacados en una Gran Orquesta (ONE). Disfrutan cada nota, juegan, se exprimen, emocionan y hacen recorrer sus espacios sonoros con una extraordinaria facilidad y deleite.
Agradecemos su participación y toda la generosidad didáctica que pusieron sobre el escenario; estas experiencias solo pueden considerarse como un impagable regalo.
David Gamella
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